Calipso
Es el género musical protagonista de las celebraciones del Carnaval en el Estado Bolívar,
específicamente en la población minera de El Callao.
El calypso tiene su origen en la música antillana, que llegó a tierras del sur de Venezuela en
manos de los inmigrantes atraídos por la explotación minera.
Esta especie posee tradicionalmente un ritmo pausado y cadencioso e incluye estribillos
cantados en inglés y patois (francés criollo). En nuestro país, adquirió características propias,
como la presencia del coro y el uso del cuatro, que lo diferencian del calypso de otros países
del Caribe.
En la ejecución de este género participan los tambores cilíndricos o steel band, destacando
entre ellos el tambor Bumbac y el tambor Grande, además cuatro, maracas, rallos, silbatos y
campanas.
"Calypso"
El calypso, que comenzó como la música de carnaval de Trinidad y Tobago y nunca se ha
desviado de ahí, es en sus raíces, música de la calle.
Esta contribución musical antillana se centra alrededor de la época de carnaval, que comienza poco después de la Navidad y termina con el martes de Carnaval, el día anterior al Miércoles de Ceniza cristiano.
Los ritmos del calypso se pueden encontrar desde la llegada de los primeros esclavos
africanos traídos para trabajar en las plantaciones.
Dado que a los esclavos se les prohibía hablar entre ellos, y se les había robado todo vínculo
con su hogar y familia, comenzaron a cantar.
Esta era la forma de aliviar sus penas, expresar sus nostalgias, sus alegrías, sus necesidades y sus inconformidades.
Utilizaron el calypso como método de comunicación para burlar a sus amos captores.
Estas canciones ayudaron a unificar a los esclavos.
Un recorrido a través de la historia de esta alegre música.
Calipso es un ritmo afrocaribeño originario de Trinidad y Tobago, muy popular en las islas del
Caribe. Es tanto anglófono como francófono. También es popular en Costa Rica, Honduras,
Panamá, Jamaica, en el Archipiélago de San Andrés y Providencia en Colombia y al sur de
Venezuela.
Su peculiaridad es que usa como instrumento principal unos tambores metálicos, fabricados a partir de barriles de petróleo reciclados, llamados Steel Drums o simplemente Tambores
metálicos de Trinidad, muy usado en los carnavales trinitarios, los cuales se crearon por la
necesidad de percutir que tenían los decendientes de los africanos en estas las islas, y dado
que no poseían ningun intrumento, empezaron a percutir los barriles, los cuales se fueron
abollando y luego estableciéndose alturas definidas, lo que harían que en el futuro el
instrumento se puedira templar con una escala cromática.
Los intérpretes y compositores de calipso que han estudiado la cultura musical de Trinidad y
Tobago memorizando sus rítmos y estructuras tradicionales para incorporarlas a su música son conocidos como calypsonians. La creatividad de algunos de ellos hace que sean capaces de improvisar un calipso a partir de cualquier tema, llegando a competir entre ellos en sesiones ad hoc realizadas durante el carnaval de Trinidad y desde la década de 1950, en competiciones organizadas.
Los calypsonians más importantes del siglo XX son Lord Kitchener, Roaring Lion, Lord Invader, Mighty Sparrow (en Trinidad y Tobago) y Walter Ferguson (en Costa Rica).
Entre los cantantes en español de este ritmo, destaca el venezolano Carlos Baute, la
agrupación The Same People y Kalalú.
El calipso es sentimiento, se trata de un ritmo que está lleno de emociones y que se basa, al
igual que en el pasado, en las vivencias cotidianas para elaborar las letras. Los esclavos
africanos fueron llevados a las antillas para trabajar, siendo arrancados de sus familiares y
raíces culturales. Les estaba prohibido hablar entre ellos durante las horas de trabajo, por lo
que comenzaron a crear canciones como modo de comunicarse y entretenerse.
Poco a poco, el canto se tornó parte fundamental de sus vidas y lo emplearon para expresar
absolutamente todo lo que les ocurría, incluyendo su relación con sus dueños. Hoy en día,
consiste en una especie de conciencia que denuncia e informa con humor y sátira los
problemas políticos, económicos y sociales.
La lengua que usaban y continúan utilizando en la mayoría de los casos es el patois, una
mezcla de inglés y francés. La voz del cantante es acompañada con guitarras, maracas y
tambores que mantienen vivas las raíces africanas de esta música. Cabe destacar que existen unas 50 melodías básicas de calipso, de las cuales parten las canciones.
La relación que tiene con el Carnaval se remonta a mediados del siglo XIX, cuando se abolió la esclavitud en Trinidad. A partir de ese momento se comenzaron a realizar competencias de
canto de calipso durante las festividades de Carnaval, lo cual se convirtió en una tradición que
ha hecho del calipso el protagonista durante las festividades del rey Momo.
Calipso con sello venezolano
Al son de cuatros, maracas, rayos, campanas y tambores de madera se disfruta del calipso en El Callao, al sur del estado Bolívar. Este ritmo llegó a Venezuela a mediados del siglo XIX
gracias a la inmigración de hombres y mujeres provenientes de las antillas británicas y
francesas, quienes se trasladaron al país para trabajar en las minas del lugar luego de que se
les dieran a los ingleses y galos la concesión de la explotación del oro.
El calipso no fue sólo trasplantado a la cultura guayanesa, sino que fue transformado,
tomando características propias como sus fuertes letras, el tono picaresco con que narra
sucesos locales y la utilización de ciertos instrumentos musicales venezolanos.
El festejo del carnaval también tomó tonos particulares, que aún se conservan y han convertido a esta celebración en un atractivo turístico nacional. Al ritmo del calipso se realizan durante varios días comparsas de disfraces que desfilan acompañados por los pobladores. Esta festividad cuenta con unos personajes propios y característicos, que son las Madamas, los Diablos y los Mediopinto.
Las Madamas (palabra que se deriva del sustantivo francés madame) son personajes
femeninos que visten ropajes vistosos al estilo de las matronas de Guadalupe y Martinica,
además de coloridos pañuelos anudados en la cabeza. Originalmente, estas mujeres eran las
encargadas de transmitir la tradición a las nuevas generaciones, incluyendo la lengua, los
trajes y las costumbres. En su mayoría, eran unas señoras grandes y bastante gordas, que
tenían al calipso como parte de su personalidad.
Actualmente, quienes las interpretan en El Callao no consideran a sus trajes un disfraz, sino
que lo ven como una investidura y toman como un honor representar a sus antecesoras que
fueron parte fundamental de la cultura antillana. De hecho, se sienten con la responsabilidad de mantener viva la tradición.
Los diablos llevan ropas de color rojo y negro, máscaras y tridentes, que usan para abrir paso a las comparsas. Por su parte, los Mediopinto son personajes que deambulan en medio del desfile, solos o en grupo, con el rostro y las manos pintadas de negro.
La celebración del carnaval y la interpretación del calipso han desbordado las fronteras de la
población de El Callao para transformarse en una expresión de la cultura de todo el estado
Bolívar.
Les Dejamos A Nuestro Grupo Musical En Escena:
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